Hoy quiero hablaros un poco por encima, del valor que tiene adquirir una pieza hecha en hierro forjado por un artesano o herrero, o forjador, como lo queramos llamar.
Como todos sabemos, cada vez somos menos los que nos dedicamos a este oficio, y más si cabe de una forma artesanal y manual. ¿Por qué digo manual?, ya sé que es obvio, pero una de las características más importantes de hacer una pieza en forja es trabajarla a mano, es decir, con herramientas manuales y utilizando nuestras manos para llevar a cabo la expresividad o el objetivo final que queremos lograr, aunque muchas veces , y repito: muchas veces, no es tan fácil y lo que habíamos pensado, durante el proceso , al final la pieza irá cambiando hasta algo a lo que nos gustaría que quedase, o muchas otras veces, decidimos cambiar de dirección y terminar en algo que prevemos puede salir bien .
No olvidemos que tratamos con un material altamente resistente como es el hierro o el acero, y que si no conocemos, o no tenemos la suficiente práctica y experiencia en calentar y moldear ese hierro, al principio terminaremos con una cosa totalmente diferente a lo que nos habíamos propuesto realizar.
No deja de ser mágico y especial para la persona que se propone trabajar y descubrir cómo dar forma al hierro, primero pensando la idea y diseñándola, luego preparar los materiales , seguidamente calentar el hierro tantas veces nos sea preciso hasta dar con la forma deseada. Finalmente en dar los últimos toques con el acabado a elegir y la presentación que queremos dar.
Puedo asegurar que todas las personas que han pasado por esta experiencia , desde el primer momento han podido sentir la satisfacción e ilusión de haber podido modificar la forma de un material sólido y fuerte como es el hierro, a base de golpes e imaginación.
Bien es cierto, que el origen de este oficio, (uno de los más antiguos, por no decir de los primeros) fue poder darle un uso utilitario, es decir, para fabricar herramientas y utensilios para mejor el estilo de vida. Con el paso del tiempo, seguimos haciendo esto, pero de una manera más industrializada. Dando paso , a donde quería llegar yo en este artículo de mi blog, a la figura del herrero, al que podemos ir con cualquier idea, o simplemente disfrutar de todas esas piezas cargadas de originalidad y diseño único, que solo podemos encontrar una vez, ya que aunque si quisieramos, no se podría parecer ninguna pieza a la otra, por motivos antes mencionados en la fabricación artesanal.
En estos tiempos en los que el bajo coste de la industria, de la que no somos competidores en lo que a producción se refiere, pero de la que nos distinguimos en calidad, originalidad y exclusividad.
Es ese público , interesado en obtener un producto de calidad y dedicado exclusivamente a él, por lo que a veces formamos parte de una idea surgida en esa persona, y nosotros somos el mecanismo para llevarla a cabo.
Ramón Suárez-Bustamante